Declaración del Centro de Economía Creativa sobre la propuesta de eliminación del Instituto de Cultura Puertorriqueña
Foto SUMINISTRADA: Edificio del Instituto de Cultura Puertorriqueña
Desde su creación en 1955, el Instituto de Cultura Puertorriqueña (ICP) ha contribuido significativamente al desarrollo del valor cultural, social y económico de Puerto Rico. Su existencia es la validación a la gestión colectiva de comunidades, organizaciones e individuos que por décadas han sostenido la responsabilidad de conservar, promover y difundir nuestra identidad, cultura, historia y creatividad presente en toda manifestación artística que como pueblo aportamos a la humanidad.
Desde el Centro de Economía Creativa, una organización sin fines de lucro comprometida con el apoyo al sector cultural y creativo a través de estrategias educativas, gerenciales y de investigación para fortalecer la sostenibilidad de sus componentes alrededor de nuestro archipiélago, rechazamos cualquier propuesta de eliminar el ICP e instamos a desistir del desmantelamiento sistemático de la entidad que ha custodiado, contra viento y marea, el patrimonio cultural puertorriqueño.
La aportación del ICP es de carácter transversal y su autonomía es vital para garantizar el valor e impacto en todas las áreas de la vida de nuestro pueblo. Desde la educación y la salud hasta la economía, son impactadas por la cultura, pero esto no justifica su subordinación a cualquier otra dependencia. En su momento, la fundación del ICP fue una política pública de vanguardia que dio a Puerto Rico orgullo, inspiración, cohesión e impetu para destacar y celebrar nuestra cultura mundialmente.
Nuestros esfuerzos como sociedad deben estar enfocados en ejecutar políticas que fortalezcan, con recursos necesarios, a su sostenibilidad a largo plazo.
Aun ante las amenazas que cuatrienio tras cuatrienio la entidad sufre por la falta de un compromiso serio con la cultura y sus trabajadores, el ICP ha sobrellevado su agenda para salvaguardar y continuar su aportación a la sociedad puertorriqueña. En la coyuntura de su 70mo aniversario, esta entidad aporta a que nuevas generaciones conozcan, valoren y defiendan sus raíces e identidad, y a su vez innoven con nuevas creaciones.
Es esencial entender el rol de las instituciones, y no continuar con imposiciones sin escuchar al sector sobre cuál debe ser el desarrollo y las políticas culturales. Estas conversaciones deben surgir desde las necesidades e inquietudes del ecosistema, y nos hacemos disponibles para ser parte de diálogos productivos que nos lleven a una gestión más amplia y más eficiente.